viernes, 24 de diciembre de 2010

NAVIDAD

Por estas fechas, me acuerdo más que nunca donde me encontraba el año pasado... Pase las navidades encerradas entre cuatro paredes blancas y sin vida de un hospital, recuperándome de mi último ingreso largo con tratamiento de quimioterapia. El día de Navidad, mientras yo me comía un caldo soso y una pechuga de pollo insulsa con verduras, sin ningún tipo de ganas, mi madre se encontraba comiendo sola en el bar del hospital, y mi padre y mi hermano solos los dos en casa llamándome cada 5 minutos, el resto de la familia también dispersada... Nochebuena, igual.
Ahora puedo decir ya con seguridad que por lo menos éstas navidades las pasaré en casa, con la familia. El 2 de diciembre tuve visita con mi hematólogo para saber el resultado de mi última punción medular y por suerte aún está todo igual, en remisión y sin rastro de enfermedad, que siga así mucho tiempo, para siempre...
Me dispongo ha pasar estas fechas con la familia, los amigos, y MUY FELIZ por poder contároslo (aunque algo constipada, no puede ser todo perfecto!) En estos últimos meses me he centrado en mis estudios, en evadirme del tema, y estoy estrenando casa nueva en la segunda planta de la casa de mis padres. A su vez, parece que también esté estrenando vida nueva.
Me esperan unos días de fiestas rodeada de los míos, con comidas copiosas y 24 h de actividad verbal. Realmente, una Navidad tan distinta a la pasada...
Me gustaría también des de aquí dirigirme a todos aquellos que pasan estas fechas en los hospitales, tanto familiares como pacientes. Yo el año pasado me encontraba como vosotros, y ahora, aún sin trasplante y tomando pastillas de quimio, me encuentra genial.

A todos y cada uno de vosotros... FELICES FIESTAS! Un beso enooorme!

PD: también una mención especial para todos aquellos que, aunque agarrándose a la vida, no pudieron superar la enfermedad.